Escribe: Dra. Claudia Muscio | Museo de Historia Regional Tristán Suárez del Distrito de Ezeiza
La ciudad de Carmen de Patagones fue fundada el 22 de abril de 1779. Ciudad colonial fue mudo testigo de la llegada de grupos de aborígenes que viajaban desde lo más profundo del “desierto” a efectos de intercambiar pieles, plumas, charqui, matras por los entonces denominados “vicios”: yerba, fariña, tabaco, papel, alcohol, todos productos que se adquirirán en las pulperías. Estas constituían rudimentarios comercios situados normalmente en las esquinas. Cuando José Hernández publica el Martín Fierro (1872) era común hallar un ejemplar en alguna pulpería.
Carmen de Patagones fue escenario de la batalla del Cerro La Caballada durante la guerra contra el Imperio del Brasil. Las banderas arrebatadas al invasor están custodiadas en la Iglesia Mayor de la ciudad. En ese lugar sagrado también están depositados los restos mortales del Comandante Luis Piedra Buena (1833-1883) el gran defensor de la Soberanía nacional por mar, y de su esposa Julia Dufour.
Los afro descendientes constituyeron una comunidad muy numerosa en el “Barrio del tambor” y se dedicaron a todo tipo de oficios, hasta el año 1853 en que, sancionada la Constitución Nacional, el artículo 15, prohibió la esclavitud.
A Carmen de Patagones llegaron Hudson, D’orbigny, Darwin y Musters. Este viajero de origen inglés convivió con los tehuelches 13 meses al emprender un místico viaje desde Punta Arenas hasta Carmen de Patagones (años 1869/70).
En Patagones se recibió con un arco triunfal a Julio Argentino Roca, luego d e la Campaña devastadora del año 1879. Roca completó lo realizado por Alsina y su incursión en el “desierto” más la proyección de su misma campaña hasta la cordillera, dejó el triste saldo de 15.000 aborígenes entre detenidos y muertos. Hasta hace unos años se advertía en un paredón de la iglesia local la dramática señal que dejaran las madres aborígenes al ser separadas de sus hijos para repartirlos entre pudientes familias de Buenos Aires, al estrellar a sus hijos contra el muro expresando “si no va a ser mío, no será de nadie”. Los hombres se destinaban a Martín García o a los ingenios de Tucumán.
El gran tráfico del puerto de Patagones, con sus cargamentos de sal. La significativa presencia de las autoridades de la Gobernación de la Patagonia, desde 1878 y el afincamiento de los padres salesianos (Don Bosco) le dieron a la incipiente población, un sello distintivo.
Patagones preserva v arias viviendas coloniales, en realidad una Ordenanza Municipal declaró históricas 24 manzanas cuyas edificaciones no pueden demolerse; sí pueden refuncionalizarse en su interior, pero la fachada es la original. También están las intervenciones que no obedecen a objetivos de defensa del patrimonio cultural.
El Museo Emma Nozzi atesora piezas que superan los 200 años: sorprenden las joyas de plata de origen mapuche, el material técnico de navegación que emplear a el Comandante Luis Piedra Buena, la reivindicación de la memoria en relación con los luctuosos sucesos hechos perpetrados por Julio Argentino Roca en el año 1879 y finalizados 1885.
Patagones preserva patrimonio histórico e identidad nacional. “La Carlota” es una vivienda del año 1820 con su techo de tejas musleras y su venerable cerco de tuna (pertenece al Museo local).
Emma Nozzi fue maestra normal, nacida en Guardia Mitre (provincia de Río Negro), su vida estuvo consagrada al Museo que hoy lleva su nombre. Desde 1917, año de su nacimiento, Emma estuvo marcada por una singularidad, por una distinta manera de ver la vida y asumir responsabilidades. En 1951, el Intendente Municipal de Patagones, consiente del gran tesoro cultural que guardaba “la comarca” fundó el Museo que constituye un polo museográfico pues varias dependencias componen un todo a visitar. En efecto, a la par de la sede, ubicada frente al Puerto, como el Museo de Ushuaia, podemos visitar “La Carlota” y la Torre del fuerte (primer edificio en pie construido en la Patagonia) y las Cuevas de los Maragatos que fueron inmigrantes provenientes de la maragatería, en Castilla. Ellos, al arribar a Patagones a comienzos del siglo XIX vivieron en cuevas (hoy sitios Históricos) que habitaron durante decenas de años e incluso su propiedad se transmitió por sucesión. Los apellidos maragatos más comunes son: Crespo y Rial.
CARMEN DE PATAGONES Y EZEIZA. Estos dos municipios bonaerenses han apostado y apuestan a la preservación del asado, a la custodia de los Bienes del Patrimonio Histórico y la preservación da la memoria colectiva. Comprendemos que la educación es el principal vehículo de promoción social y cuando ese objetivo se transforma en tarea colectiva, vamos por el buen camino. Se hace, no se proclama, se implementa, no se declama, se trabaja no se declara. Hacer con los pies en el territorio, con la confianza en quienes participan de un proyecto cultural y educativo que afirme las raíces identitarias, es lo que se viene construyendo todos los días: en Ezeiza y en Carmen de Patagones.