Las consecuencias del cambio climático y del calentamiento global son cada vez más evidentes. Las trágicas inundaciones en la ciudad de Bahía Blanca son un claro ejemplo: en solo cuatro horas cayeron más de 300 milímetros de lluvia. El temor a que estos eventos vuelvan a repetirse no es infundado, ya que organismos como el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) advierten que este tipo de fenómenos será cada vez más frecuente a medida que la Tierra continúe calentándose.
Frente a esta situación, hay dos alternativas: aferrarse al negacionismo y evitar invertir en infraestructura o implementar medidas de prevención, diseñar planes de obras y ejecutar acciones para contener los efectos de los extremos climáticos en un planeta en constante transformación. Es fundamental escuchar a la ciencia y reconocer que el calentamiento global provoca, entre muchas otras consecuencias, un aumento en los niveles de precipitaciones en regiones específicas del mundo.
Elaborar y ejecutar iniciativas públicas ambientales, priorizar la gestión de sistemas de alerta temprana y diseñar estrategias de respuesta efectiva ante eventos extraordinarios requiere que los Estados planifiquen e inviertan de manera sostenida en estas políticas. Asimismo, se necesitan obras hidráulicas estructurales para mitigar los efectos del cambio climático, reducir el riesgo hídrico en ciudades y zonas rurales, y proteger las áreas costeras de la erosión y del aumento del nivel del mar. En contraposición a esto, desde el inicio de su gestión, el Gobierno Nacional desmanteló áreas específicas de medio ambiente y del Servicio Meteorológico Nacional, además de recortar presupuestos y abandonar obras en marcha destinadas a abordar estas problemáticas.
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lleva adelante un Plan de Prevención del Riesgo Hídrico en Ciudades, que incluye 130 obras y proyectos de defensa costera y drenajes urbanos, con una inversión estimada en $1,5 billones.

La infraestructura hídrica con perspectiva de desarrollo sostenible es una necesidad, dado que Argentina se encuentra entre los 20 países más expuestos a inundaciones fluviales. Además, las sequías se han intensificado: en 2023, el país perdió 18.500 millones de dólares debido a la falta de lluvias, lo que equivale al 2,9% del PBI, y se estima que para 2050 esta cifra podría elevarse al 4%. En la Provincia de Buenos Aires, las pérdidas económicas por sequía alcanzaron los 8.500 millones de dólares. A esto se suma que, para 2045, se proyecta un incremento en el nivel del mar en la costa bonaerense de entre 18 y 20 cm.
En este contexto, la provincia de Buenos Aires avanza con proyectos en dos frentes: obras de drenajes urbanos para reducir el riesgo hídrico en ciudades y obras de defensa para mitigar el impacto de la erosión costera y la elevación del nivel del mar en municipios del litoral atlántico.
Entre las 130 obras y proyectos del Plan, se destacan:
—Finalizadas: 14 obras.
—En ejecución: 49 obras.
—En proceso de licitación: 10 obras.
—En reactivación: 2 obras.
—En estado neutralizado por cuestiones administrativas: 9 obras.
—En proyecto: 46 intervenciones.

Obras y proyectos destacados:
Obras realizadas:
—Desagües pluviales en la cuenca del Parque Industrial Paso del Rey en Moreno, beneficiando a más de 11.000 habitantes.
—Operación y mantenimiento del sistema de bombeo de los arroyos Unamuno y El Rey en Lomas de Zamora, protegiendo a más de 800.000 personas.
—Desagües pluviales en la cuenca superior del arroyo del Rey – Brazo Diomede en Almirante Brown, mejorando la calidad de vida de más de 15.000 habitantes.
—Construcción de rompeolas Nº 5 y extensión del rompeolas Nº 1 en Mar Chiquita.
—Defensa costera en la Ruta Provincial 11 en General Pueyrredón.

Obras en ejecución:
—Desagües pluviales en la cuenca del arroyo Duppy en La Matanza, beneficiando a más de 150.000 habitantes.
—Ampliación y mejora del cauce del río Luján en 42 km a través de Luján, Pilar, Exaltación de la Cruz y Mercedes.
—Adecuación del cauce del río Areco en San Antonio de Areco y San Andrés de Giles.
—Sistema de desagües pluviales del arroyo El Regimiento en La Plata.
—Construcción de defensa costera en Las Toninas, partido de La Costa.
—Defensa del muro costanero sur y generación de playa en Miramar, General Alvarado.

Obras proyectadas:
—Refuncionalización del Sistema Presa Roggero y compuertas del Camino del Buen Ayre en Merlo, Moreno, General Rodríguez y Marcos Paz.
—Entubamiento del canal San Juan en Florencio Varela y Berazategui.
—Evaluación del comportamiento hidráulico de la cuenca del Zanjón Madero en San Martín.
—Defensa de duna costera en el balneario Pehuén-Có, partido de Coronel Rosales.
Todas estas obras son fundamentales para mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, también es urgente fomentar la concientización individual y colectiva para adoptar nuevas conductas y hábitos que no profundicen los daños ambientales. Al mismo tiempo, es esencial el desarrollo de políticas públicas a corto y largo plazo que acompañen estos cambios y aseguren un futuro más sostenible.
