HISTORIA | Inauguración de la Parroquia Nuestra Señora del Valle

Por Juan Carlos Ramírez Leiva | Junta de Estudios Históricos del Distrito de Ezeiza (*)

La comunidad crecía y Ezeiza aún no contaba con una parroquia, por lo que un grupo de vecinos conformó una comisión con el fin de recaudar, mediante distintos eventos, fondos suficientes para construirla. Con ese propósito se organizaron kermeses los días sábados, con puestitos variados, detrás de la capilla en construcción, sobre la calle Mitre —hoy renombrada Ituzaingó—. La calle era de tierra y, en los lotes esquineros, baldíos, se lucía un bosquecillo de abedules.
Los puestos, numerosos, atendían a una solidaria concurrencia que se divertía girando la rueda de la fortuna o la ruleta, jugando al tiro al blanco con pelotas pequeñas, degustando tortas, entre otras actividades. En las primeras ediciones, los comerciantes aportaban los premios; pero, con el tiempo y dada la gran convocatoria, lo recaudado se destinaba a comprarlos para reponerlos.
Las chicas se encargaban de atender todos los kioscos y participaban con entusiasmo, bajo la atenta mirada de sus padres.
Finalmente, la iglesia estuvo lista y se inauguró el 18 de noviembre de 1949, tras la correspondiente bendición. Fue don Felipe Catani quien ofició de padrino y leyó el discurso inaugural. La madrina fue la señora María Luisa Frogone de Pistarini, esposa del ministro de Obras Públicas de la Nación, general Juan Pistarini.
Teniendo en cuenta que la construcción del templo se realizó con la ayuda material gestionada ante el ministro, no se cuestionó que la señora —quien había perdido una hija— solicitara que uno de los ángeles pintados en la cúpula tuviera el rostro de su hija (el ángel de la izquierda). La propia señora se ocupó de gestionar al pintor que realizó la obra.
Hasta entonces, la capilla dependía de la parroquia Inmaculada Concepción de Monte Grande. El 3 de enero de 1950 fue designado como primer párroco el presbítero Juan Ivroud, oriundo de Arrecifes (Buenos Aires). Del padre Ivroud se sabe que ingresó al seminario a los catorce años por decisión de su padre; que el apellido de su madre era Lozaso; que le gustaba jugar al póker; y que, según recuerdan las memoriosas voces recogidas en Las vacas vuelan, “celebraba la misa a las seis de la mañana y luego se iba a impartir clases a Cañuelas”. En la misma fuente se aclara que la advocación de Nuestra Señora del Valle fue elegida porque “vino a Ezeiza mucha gente del norte a trabajar en la construcción del aeropuerto”.
Como dato de color, se recuerda que, al inaugurarse la iglesia, las catequistas se pusieron su mejor vestuario —incluidos sombreros apropiados para la ocasión— porque se les anticipó que asistiría la esposa del ministro Pistarini. Más tarde, las catequistas relataron, entre risas: “Nosotras con una etiqueta bárbara, y ella muy campechana”. La señora María Luisa Frogone de Pistarini se presentó a la ceremonia vistiendo con elegancia, pero con gran sencillez. Asistió mucha gente, en su mayoría invitados especialmente con tarjetas diseñadas para tan esperado momento.


(*)Fuente principal: Las vacas vuelan, de la Lic. Patricia Celia Faure

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