Ezequiel Díaz, actual candidato a primer concejal por Fuerza Patria y secretario de Cultura de Ezeiza, nació en 1987. Vecino de Villa Golf, comenzó a trabajar en el área de Ingresos Municipales en 2006, bajo la gestión de Luis Palma. En 2008 se incorporó al equipo del área de Cultura, cuando su padre, Andrés Díaz, asumía en el área. Luego se transformó en secretario tras la partida de su padre. Con el grupo Los Ammán, hace 23 años que se dedica a la música, compartiendo el espacio con su hermano Jonathan, quien actualmente es concejal y termina su mandato el 10 de diciembre. Está casado y tiene una hija de dos años.
—¿Qué significó para vos este ofrecimiento?
—Amo la cultura, amo el trabajo y amo al distrito de Ezeiza. El ofrecimiento fue algo inesperado. Al dedicarme a la música (con presentaciones en vivo) y ocupar el cargo de secretario de Cultura, uno todo el tiempo está expuesto y conectándose con la gente, pero esto es algo muy distinto. Lo primero que hice fue hablar con mi esposa, porque es esencial que la familia te acompañe a dar semejante paso. Le conté y enseguida me apoyó y me dio ánimo para asumir el desafío, así que al día siguiente del ofrecimiento ya estaba abrazando esta idea, con mucho entusiasmo y también con gran responsabilidad, porque sé todo lo que está en juego y que tiene que ver con nuestros niños y niñas, los jóvenes, los adultos, la tercera edad. Siento que inicié una nueva etapa de aprendizaje, que marcará un antes y un después.
—¿En qué sentiste eso, por ejemplo?
—Desde que se conoció la candidatura, comparto muchas horas con el intendente y estoy recibiendo una clase intensiva de cómo desempeñarse en distintas áreas. Veo cómo él se relaciona, escucha y habla con todos los vecinos. Es una persona muy atenta a lo que sucede en la comunidad, que camina las calles sin guardaespaldas, con sencillez, como lo hacía también su padre, Alejandro. Para cada cosa tiene una solución, una explicación, una idea.
—¿Qué significa para vos esta elección del 7 de septiembre?
—El domingo está en juego la tranquilidad con la que vivimos. Por eso le digo a la gente que no olvide las cosas que tenemos y que se han logrado gracias a una gestión que se puso en marcha en 1995. A través de estos treinta años, muchos son los logros en materia de seguridad, salud, educación, cultura, servicios, y uno se acostumbra a tener todo esto. Pero eso no debe impedir valorarlo y saber que hay sectores que quieren dar marcha atrás con muchas de las cosas que hacen de Ezeiza un lugar digno donde vivir, donde podemos desarrollarnos y sentirnos orgullosos. Mi meta es seguir trabajando junto a Dulce Granados y Gastón Granados, siendo la continuidad de una gestión modelo que comenzó con Alejandro y que siempre piensa en el bienestar de los vecinos y de las vecinas. Por todo esto, es necesario ganar por una amplia mayoría para seguir teniendo una representación importante en el Concejo Deliberante, donde se dan forma a los proyectos que el Ejecutivo luego lleva adelante. Antes Ezeiza era conocido por el Aeropuerto y ahora, en cada lugar que voy, me hablan de la seguridad. Eso es algo que, por ejemplo, debemos proteger, porque nos hace vivir mejor. Sé, como decía Gastón, que faltan muchas cosas, pero soy testigo de que desde 1995 Ezeiza crece y está en una senda que debemos continuar. Debemos proteger este modelo que piensa en el bienestar de la gente.
—¿Cómo te imaginás tu gestión en el Concejo Deliberante?
—Quiero que sea una gestión de puertas abiertas. Esa misma impronta tuve en el área de Cultura y muchos proyectos nacieron justamente de iniciativas que me fueron planteando (el festival de jazz, la feria del libro o el festival de cine, por ejemplo) y yo busqué los medios para que se puedan concretar.
—¿Ya se sabe quién asume en Cultura?
—Va a asumir mi hermano Jonathan Díaz, quien ahora es concejal. Él termina su mandato el 10 de diciembre, podía renovar, pero se decidió que se hiciera cargo del área, donde contará con el respaldo de Dulce Granados, que siempre está al lado de la cultura.
—¿Pensaste en tu papá, Andrés Díaz, en estos días?
—En cuanto a mi papá, pensé mucho en él estos días, porque gracias al pasado, a nuestras raíces, somos lo que somos hoy en día nosotros. Mi viejo hizo muchas cosas a nivel social y cultural, y nos dejó un legado. En lo personal, me marcó muchísimo como hijo y como artista. Creo que hoy estoy transitando este camino, a partir de los valores, de la transparencia y de la fortaleza que él nos enseñó. Yo creo que debe estar observando todo, porque me siento muy protegido por él. Él también estuvo en el Concejo, en el área de Relaciones con la Comunidad, y colaboró en la realización de muchos proyectos. Estoy totalmente agradecido a Dulce, Gastón, Alejandro por haber puesto su confianza en mí para este desafío.

