Este miércoles se conoció que Claudia Scrazzolo, vecina de Tristán Suárez y profesora de folclore, de 38 años, fue asesinada y semienterrada en el patio de su vivienda en Tristán Suárez. La mujer presentaba múltiples heridas de arma blanca y estaba envuelta en una sábana. El hallazgo se produjo tras la denuncia de su hija de 15 años, quien relató que al regresar de la casa de su novio encontró un charco de sangre en la habitación de su madre y luego el cuerpo en el fondo de la casa. En la vivienda los investigadores encontraron manchas de sangre en distintos sectores y tierra removida que evidenciaba un intento de ocultamiento. La adolescente fue entrevistada por la Dirección de Niñez y también declaró su novio, de 24 años. Los testimonios, según fuentes policiales, fueron considerados confusos y contradictorios. Cámaras de seguridad de la zona registraron movimientos durante la madrugada: a las 3:50 se observó la llegada de un Peugeot 208 negro del que descendieron novio y su padre. Minutos después, salieron de la vivienda junto a la menor. A las 4:05, un Fiat Cronos oscuro se detuvo frente a la casa y un hombre no identificado se retiró en ese vehículo. Los investigadores secuestraron los celulares de la víctima, de su hija y del novio, tras comprobar que desde el teléfono de Scrazzolo se envió un mensaje a su lugar de trabajo a las 8 de la mañana, justificando su ausencia por “problemas personales”. La hipótesis de un robo quedó descartada, ya que no se registraron faltantes en la vivienda. La causa quedó en manos de la UFI N°1 descentralizada de Ezeiza, que investiga el hecho y dispuso nuevas declaraciones testimoniales mientras define la situación procesal de la menor.
¿Quién era Claudia del Carmen Scrazzolo?
Claudia del Carmen Scrazzolo, de 38 años, estudiaba Derecho en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y se desempeñaba profesionalmente en el Centro de Operaciones Municipales (COM) de Esteban Echeverría. Su día a día combinaba la vocación de servicio público con la dedicación al estudio y a su gran pasión: la danza tradicional argentina. Era una figura activa en el Centro de Residentes Santiagueños Andrés Chazarreta, de Esteban Echeverría, donde fue distinguida en su momento con el título de Donosa Santiagueña, un reconocimiento que también recibió su hija adolescente, con quien compartía el amor por las tradiciones. En sus redes sociales solía publicar imágenes y videos de presentaciones folclóricas, junto a momentos familiares llenos de afecto y orgullo. En mayo, cambió la imagen de portada de su perfil por una fotografía en la que aparecía abrazada a su hija. Sus publicaciones transmitían una personalidad luminosa: hacía bromas, celebraba los logros cotidianos y dejaba ver el entusiasmo con el que vivía cada jornada. La noticia de su asesinato dejó una marca imborrable entre sus seres queridos. “En cada acorde de zamba, en cada sonar de tradición, nos visitarás con tu mágica sonrisa y cálida compañía”, escribió Leo, un amigo cercano. Otra de sus allegadas, Susy, compartió un emotivo video de Claudia bailando: “Seguramente era su última danza… ya no podré presentarte más en el escenario, mi bella Clau. Me duele el corazón”.









