Por Sergio Gómez | Especial para LA PALABRA
Emiliana Pescuno, de 12 años, es una jugadora de básquet del Club Atlético Ezeiza que ha mostrado un desempeño excepcional. Aunque muchos clubes se han interesado en su juego, ella sólo quiere divertirse junto a sus compañeras de equipo. “Por ahora mis metas son entrenar, competir y compartir lindos momentos con mis amigas”, señaló Emiliana, nacida el 28 de diciembre de 2012.
—¿Feliz de jugar en Atlético Ezeiza?
—¡Muy feliz! Antes de jugar al básquet, hacía telas y acrobacias aéreas, algo que me encantaba. Un día, unos amigos me invitaron a probar básquet en el club y desde ese momento me quedé para siempre. ¡Mi corazón es celeste y blanco!
—Contanos sobre tu juego y tu categoría en básquet
—Juego como base y actualmente estoy en la categoría U13. Comencé en Pre-mini a fines de 2019, con Gabi Delfino y Luis Lema como profes. En 2020 arrancamos la pretemporada, pero en marzo de 2020, como todos saben, tuvimos que quedarnos en casa. Participé en varios entrenamientos por zoom con Luis y Brenda Magnone, quien era mi monitora en ese momento. Incluso hicimos una competencia virtual con otro club para mantenernos conectados. Poco a poco volvimos a entrenar: primero al aire libre, luego en el club pero sin público, siempre siguiendo los recaudos necesarios. Con el tiempo, las cosas se normalizaron y volvimos a competir. En 2023, ya siendo Mini, participé en un torneo federal en el que quedamos terceras de ocho equipos que llegaron a esa instancia. Nuestro DT fue Luis Lema y nuestra monitora Mel Rodríguez. En 2024 pasé a la categoría U13, donde continúo actualmente bajo la dirección del profe Gustavo Martínez.
— ¿Qué es lo que más te gusta del club y del básquet como deporte?
—Del club puedo decirte que es súper familiar. Me encanta formar parte de él porque siempre hay un ambiente divertido y acogedor. La subcomisión del femenino nos hace sentir como una gran familia. Tengo muchas amigas ahí, y siempre espero con ansias que llegue el momento de entrenar, verlas y jugar al deporte que tanto nos gusta. El básquet, para mí, es un juego en equipo que amo profundamente. No puedo elegir una sola cosa que me guste: ¡del básquet me gusta todo!
—¿Cuáles son tus sueños deportivos?
—A diferencia de mi hermano, que sueña con triunfar profesionalmente, yo simplemente disfruto jugar. No pienso mucho en el futuro. Por ahora solo quiero entrenar, competir y compartir momentos con mis amigas. En cada entrenamiento, mi objetivo es superarme para dar lo mejor a mi equipo.
—Hablanos de tu familia. Sabemos que te apoya en todas tus decisiones.
—¿Qué puedo decir? Los amo fuerte. Mi familia es lo mejor. Siempre me han acompañado en todo y nunca dejaron de apoyarme. Sin ellos, muchas cosas no serían posibles: están en cada entrenamiento y son mi hinchada en cada partido. Son completamente objetivos: siempre me felicitan por mis logros, independientemente del resultado, pero también me señalan cuando algo no sale tan bien. Sin duda, son la familia que cualquier deportista desearía tener. Siempre están presentes, y en los momentos difíciles, aún más.
