Redacción y elucubración de conjeturas: Lic. Patricia Faure | Hallazgo e investigación: Catalina Saracino
—¡No sabés lo que encontré! —me dice Cata con ojitos brillantes y saca un papel amarronado con un listado de nombres con números al lado, que por allí habla de sifones—: ¡La lista el sifonero!
La encontró en un libro viejo que le regaló el vecino de apellido Real a Roque Saracino. Real era electricista, ¿habríamos descubierto otra ocupación que tendría este buen señor?
Ahora sabemos sobre algunos vecinos que tomaban soda hace unos cincuenta años en el pueblo. Copiamos el listado, respetando la ortografía del original: “Galazo (6- 4); Tonini (6- 4); Fuentes (6- 4); Miguens (6- 4); Domínguez (18-12); Harguindeguy (7- 35); Castro (6-4); Mónaco (3-2); Giple (3- 2); Lena (3 -2 ); Kravich (12- 8); Cordobesa (4- 2); Chiclana (3 -2 ); Fernández (3- 2); Kuglien (8- 55); Pascuaré (6- 4); Guarna (6- 4); Bastillini (3- 2- 800); Rebagliati (3- 2); Ginochio (3- 2); Vidal (3 -2); Gutierres (3 -2); Fuentes (3- 2); Vega (8- 4); Cerrato (1- 0 -5); Lithixt (6-3); Muños (7- 4); Garcia (3 -2); Zapatero (6- 4); Arruiz (12- 6); Sanches (3 -2); Vazquez (4- 2- 12-15 – 1050 -1160); Bellini (6- 4); Orlandi (6 -4); Masaferro (6 -4); Lavilla (12- 8); Alves (6- 4); Buttice (6- 4); Aceitero (6-4); Chiclana (6 -4); Arriaga (6 -4); Touceda (3 -2); Echeverría (3 -2); Gimenes (6- 4); Albañil (3-2); Tasara (3-2); Toledo (6- 4); Meyer (3- 2); Muñoz (3- 2); Vega (15 -75); Goñi (18- 9); Sanches (3 -2-126- 7,85- 715); Fuentes (6- 4); Pasineri; Rodríguez (6- 4); Navas (6- 4); Spinetto (12- 8); Giple (3- 2), Lena (3- 2); Toledo (3- 2); Kravich (6- 4); Domínguez (12- 8); Delfino (6- 4); Ga…lini (3- 2); Guarna (6 -4); Marcel (6- 4); Rebagliati (3- 2); Ginochio (3- 2); Garcia (3- 2); Muñoz (6-4); Vega (11- 55); Gutierres (3- 2); Vila (3- 2); Lithixt (6- 3)”. En otra parte se ven cuentas y frases: “Masaferro entregó 6 sifones”/ “Alves debe 1 cajón”.
UN POSIBLE RECORRIDO
Leyendo los apellidos que conocemos y localizamos espacialmente imaginamos el recorrido. Así vemos al sifonero por la avenida Circunvalación (hoy autopista a Cañuelas), por donde vivían las familias Domínguez (tenían transportes para llevar los tarros de leche a la estación de trenes) y Harguindeguy (que atendían un almacén, bar y surtidor de nafta). Creemos que sería el fondo entonces, porque cerca en la lista figuran los “Kravich” —en realidad el apellido es Krawiec—, que tenían invernáculos vidriados donde cultivaban flores como gladiolos y calas. Esas alargadas construcciones las tenían en grandes terrenos.
Nos imaginamos que luego se acerca a las vías del tren, porque figuran los apellidos Pascuaré (el constructor de casas, que vivía por Tucumán y Reina Elena) y Guarna (el panadero que tenía su establecimiento en Garibaldi —hoy, Pravaz— y Vicente López y Planes).
Habrá mirado que no viniera el tren y lo pise. La ruta creemos que la pudo cruzar sin muchos reparos (como no pasaban muchos autos tenía utilidad también de vereda) y dejó su burbujeante carga en lo de Rebagliati, el médico; Ginochio, que vivía en Emilio Mitre y la ruta, frente a la barrera; Vidal, el idóneo que puso la primer farmacia en el pueblo y que suponemos ya mudado a la esquina de French y la ruta; y lo de Gutiérrez, que vivía pegado a las vías por French (actualmente la altura es 7).
Por esa misma arteria a mitad de cuadra estaba el almacén y bar de Vega. Una cuadra y media más allá sobre la misma vereda en esquina tenía su almacén Cerrato (hoy es la panadería La Nueva de aquí en frente). En la cuadra siguiente lo imaginamos cruzando a mitad de calle para ir a lo de Muñoz. En otro tramo de la lista lo localizamos en lo de vecinos cercanos a Canning como los Mazaferro (que cultivaban también flores y hoy existe algún descendiente con vivero) y los Alves (que siembran aún hortalizas en un predio sobre la calle Larralde).
La provisión de soda a Vega, Goñi y Harguindeguy iría con destino a sus comercios de almacén y bar, porque la suma de los sifones superaba ampliamente el promedio que consigna en los otros vecinos. Sólo identificamos a una mujer de la que no debía saber cómo se llamaba, porque la anotó como “cordobesa”. Tal vez era una recién llegada con las migraciones internas que se produjeron para la década del 40 y 50 en nuestros pagos a propósito de la construcción del Aeropuerto. Para la fecha en la que se escribió la lista era una nueva en el pueblo. Vemos que a otros posibles recién llegados se los identificó con la profesión o el oficio que ejercían: el aceitero, el albañil y el zapatero.
Queda por completar quién era entonces el repartidor de soda, si el reparto lo haría el carro, camioneta o qué, de dónde provendría la soda, de cuándo data la lista, cómo era la forma de pago.
Este material nos puede resultar un documento estimulante para desentrañar aspectos del pasado. Hoy sólo hemos aprovechado las pistas que nos sugirieron los apellidos que identificamos aún viviendo en la memoria de los vecinos, o en presencia en el pueblo. Hoy sólo intentamos hacer cobrar vida a lo que en apariencia era un papelito viejo olvidado entre las páginas de un libro.